Las alianzas de boda, símbolos eternos de amor y compromiso, han evolucionado mucho en su proceso de fabricación a lo largo de los últimos años.
La evolución en la fabricación: de la artesanía manual a la tecnología CNC
Hoy en día, la fabricación de alianzas de boda de alta calidad es un proceso híbrido que integra la mejor tecnología de máquinas CNC (Control Numérico por Computadora), que perfecciona y optimiza las tareas no creativas, con acabados artesanales que siguen teniendo un papel crucial en estos anillos tan especiales. Este enfoque no solo mejora la precisión y eficiencia, sino que también preserva el toque humano que hace que cada anillo sea especial.
La fabricación artesana tradicional
Hace décadas, la fabricación de alianzas de boda era un proceso que requería una habilidad meticulosa y años de experiencia. Hoy todavía se puede fabricar así, pero es un sistema totalmente obsoleto y con unos controles de calidad, cuando menos discutibles.
- Fundición del metal: El oro se colocaba en un crisol de arcilla o grafito y se calentaba manualmente con la llama de un soplete. El control de la temperatura en la fundición era «a ojo».
- Afinaje del oro: Sobretodo si la fundición era de oro viejo para reciclar, o si se había añadido oro viejo a la mezcla, era obligatorio comprobar la calidad de la mezcla, si era de 18k., o no llegaba a serlo, una comprobación difícil de realizar.
- Estirado: Se debía estirar, calentar y martillar el lingote fundido para convertirlo en una barra de unas dimensiones similares al anillo final.
- Forjado: Una vez estirado, la barra de metal se debía curvar para formar un círculo.
- Soldado: El siguiente paso era unir los dos extremos para cerrar el aro. Este método de soldadura requería experiencia y precisión para asegurar una unión fuerte y sin defectos visibles.
- Limado: Una vez cerrado el anillo, se tenía que limar hasta darle la forma deseada.
- Acabado: Por último, el acabado de los anillos también se hacía con herramientas manuales. Cada anillo era una pieza individual, con algunas pequeñas imperfecciones que le daban carácter y autenticidad.
La aparición de la tecnología CNC
Con la llegada de la tecnología CNC, la fabricación de alianzas de boda ha experimentado una transformación radical.
Estas máquinas permiten cortar y dar forma a los anillos, por más detallados y complejos que sean, con una precisión casi imposible de alcanzar manualmente, garantizando que cada anillo es perfectamente simétrico, uniforme, y eliminando prácticamente la posibilidad de que pueda tener cualquier defecto.
- Fundición del metal: Los metales en forma de gránulos, se mezclan y se funden en hornos eléctricos de inducción, en atmósfera controlada, con un control preciso de la temperatura, para obtener bloques sólidos de 4 o 5 cm. de diámetro de metal fundido, sin ninguna impureza interna.
- Control de calidad: El control de la calidad del metal obtenido se realiza de forma automatizada mediante máquinas de alta precisión para asegurar una calidad y una total uniformidad de la aleación.
- Diseño y mecanizado: La máquina, programada previamente con el diseño digital del anillo, corta automáticamente una porción del bloque, lo esculpe, suaviza los bordes y ajusta la curvatura interior según la talla, forma y ancho del modelo. Todo, para garantizar la máxima comodidad de uso.
- Diversos colores o materiales: Cuando el anillo está compuesto de varios materiales o colores, se fabrican las diferentes partes por separado y luego se unen bajo alta presión y temperatura usando la tecnología más sofisticada, la sinterización.
- Fresado y engastado: Mediante láser o fresado, se realizan los surcos y se marcan los puntos donde irán las piedras, si el diseño lo requiere.
El calibrado y el encastado de los diamantes
Los diamantes, previamente a su encastado, han de calibrarse con precisión ya que han de coincidir con el espacio destinado a ellos. Además, cuando el anillo lleva varios diamantes juntos en línia es básico que todos tengan exactamente las mismas dimensiones ya que incluso la más mínima diferencia afectaría al aspecto final del anillo.
La colocación de la piedra es un trabajo sumamente especializado para el que se necesitan años de aprendizaje. Ha de quedar perfectamente sujeta y bien colocada, pues un diamante mal colocado afea cualquier anillo que quiera ser perfecto.
La importancia de los acabados artesanales
A pesar de los avances tecnológicos, los acabados artesanales siguen siendo esenciales en la fabricación de alianzas de boda de alta calidad. Una vez que las máquinas han hecho su trabajo, los mejores artesanos continúan con el proceso, realizando los acabados personalizados y los grabados. Cuando un anillo está compuesto por zonas pulidas y zonas que no lo son, el joyero matiza una parte y luego la protege, tapándola con adhesivo, para proceder a pulir la otra parte. ¡Se requiere absoluta destreza y gran sensibilidad!
La combinación de tecnología y artesanía garantiza que cada anillo no solo sea técnicamente perfecto, sino que también tenga un carácter único y personal. Los acabados artesanales aseguran que, a pesar de la producción moderna, cada anillo mantenga una conexión con las técnicas tradicionales y la atención al detalle que siempre han caracterizado a las joyas de alta calidad.
Una vez grabado, se estampa en el interior del anillo la marca del fabricante y el tipo de metal con el que ha sido fabricado. Luego, se somete a una limpieza por ultrasonidos para eliminar hasta el último residuo de producción y pasa por el control de calidad final antes de presentarse al cliente como un producto de alta calidad y visualmente impecable.
El sentido de la joyería artesanal hoy en día
Un joyero artesano necesita muchos años de aprendizaje, como la mayoría de trabajos técnicos y artísticos, y es lógico aprovechar ese bagaje para que realice piezas únicas de mucho valor o trabajos con un valor añadido, como los acabados superficiales personalizados, pero no para que haga trabajos rutinarios.
Hoy en día, incluso para hacer piezas únicas que no tienen un gran valor, se utilizan técnicas de prototipado 3D, en lugar de hacerlas a mano, pues la relación calidad-precio siempre es mejor.
De la misma forma que ningún dibujante de películas de animación hoy trabaja con papel y lápiz, no tiene sentido usar técnicas desfasadas para fabricar anillos de boda hoy en día, cuando la calidad del resultado no tiene comparación posible.
La lógica para la producción de cualquier artículo siempre es tender a aprovechar todas las posibilidades que la tecnología aporta. La joyería no es la excepción, y únicamente quien no tiene acceso a esa tecnología continúa aferrado a métodos obsoletos, a menudo escondiendo esa obsolescencia bajo argumentos románticos como la participación del cliente en la fabricación del anillo.
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